Modos de expresión

Son las 23:39 y no puedo conciliar el sueño, no me siento agotada. Llevo casi una semana acostándome tardísimo, hecho que conlleva un día largo largo y la necesidad de echar siesta, que te quita luego las ganas de dormir. Y crea un círculo vicioso del que es difícil salir.

Escucho la respiración profunda de mi hermano que contrasta con el ruido de mi ordenador (hay que ver lo fuerte que se llega a escuchar cuando la casa esta en silencio). Me vienen a la cabeza muchísimas cosas, ideas que están por definir y que no consigo plasmarlas en ningún lugar. Sé que el dibujo no es lo mismo, aunque mis dibujos en la hora de sociales (que son impresionistas y muy extraños) parecen ser aceptados en el limite del dibujo bien hecho. Tampoco estoy dotada para la música, luego me encanta todo tipo de melodías de todos los géneros.

Y bueno, yo y el deporte no somos amigos. Lo practico, sí. Pero solo con la intención de mantener la figura y en todo caso mejorarla para el verano. (Ya he comenzado la operación biquini). Sólo me queda escribir, que es algo que me gusta hacer siempre que no me obliguen (me puedo poner muy borde y enojarme muchísimo con las personas que me obligan a escribir cualquier cosa, desde una redacción, un articulo para la revista del cole o una opinión personal sobre tal película o libro) y voy a intentarlo.

Y después de esta pequeña introducción voy a intentar conciliar el sueño, porque mañana me toca la maravillosa hora de lectura de GGM con sus CADS en la que hay que hacer un esfuerzo para mantener los ojos abiertos, y en la que si vas con sueño, la lías.